Viajando por tu sombra

Entro al cuarto oscuro
y me quito la ropa lentamente:
un zapato, una duda,
un silencio y el último botón de mi camisa.
El desbocado corazón que corre
se desata entre mis dedos temblorosos.
Y me voy al encuentro del silencio:
aparece una luz,
la suave claridad sobre la cama.
Beso tu ausencia
y crepita el cielo;
el fuego cae
y el farol que alumbre la llovida calle
parece suspirar,
y, a su luz,
trato de ver tu figura
viajando entre las sombras.

Jorge Arturo Ortiz©