Mala siembra
Vestidos de gris indiferencia
cerramos los ojos a la vida,
como solemos hacer a diario
siguiendo el camino propio
sin escuchar jamás a nadie,
indiferentes al humano gesto
que no es tiempo de escuchar,
ni es tiempo de ver o de sentir.
Y un día, otro día cualquiera,
llamamos, gritamos y rogamos
Pero aquella indiferencia terca
que sembramos en la tierra,
sordos, ciegos y obstinados
tendrá su cosecha preparada:
entonces nadie volverá la vista
y nadie responderá los ruegos.
Pensaremos en el injusto mundo.
pero jamás en nuestra siembra.
Y así vamos, cada uno encerrado
tras las puertas que tapiamos
con llaves de cruel indiferencia
sentados en nuestro espacio,
sin advertir que el mundo gira
y un día nos pondrá de frente
a aquellos que no quisimos ver
o que no miramos, simplemente.
Jorge Arturo Ortiz©
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