Tu horizonte al viento

Mi lengua se desviste entera
Y hace surcos de saliva dulce
Por tu piel salada y encendida
En rojas llamaradas cristalinas.
Y tú me das ese gemido suave
Que me convierte en capitán
De la nave de tu cuerpo ardiente.
Piel con piel, se agita la tormenta
Y van naufragando entre tus besos
Mis ganas de alcanzar tu fondo,
Tus entrañas que palpitan lluvia,
Tu misterio que se mueve en olas,
Tu cintura, ese huracán de fuego
Que sobre mi derrama toda el agua
De tu cabello, de tus manos locas,
Dejando tu horizonte al viento
Y aquella desgarradora anchura
De tus caderas que me buscan
Y me atrapan en su hondura ciega,
Tiempo de guerra de los grandes ojos
Que me miran sin límites posibles,
Ataque tras ataque coordinado,
Sin más paz que esa caricia suave,
Sin otro alimento que la lengua pez
Que se convierte entre mi boca ansiosa
En el manjar preciado e insuficiente
Por el que muero y me arrebato entero
Hasta estallar en un millón de estrellas,
Choque de mares y fusión salvaje,
Concierto de notas que revientan juntas
Y que juntas de van hacia una muerte,
Que nos deja más vivos que la vida,
sonrientes de líquidos y labios tibios,
Piel con piel temblando, sudorosas!

Jorge Arturo Ortiz©