Presagio

La rosa que yo planto cada día
es flor muy amada y es simiente, 
así la flor más bella es, alma mía,
el signo sagrado del que siente.
El buen perfume que nos da la fuerza,
es el valor de saber que brota, ardiente,
la palabra que defiende con destreza
claro destino tan fugaz de lo presente.
Es la completa certeza de lo incierto,
que se juega ante todos los abismos,
valentía de navegar, feliz, a mar abierto.
Ésta, la amada flor, presagio de ternura,
espera ya tan larga de conocer lo puro
en la entera certeza de no saber su cura.

Jorge arturo Ortiz©