Ese furtivo rayo

Las letras como cayendo de mi boca hacia tu boca,
hasta tu oído, tu ser entero, y de vuelta a mi,
buscando comprender

cómo es intricado ese saber que practicamos
en humana intención de entender más que el dato,
la infinita vida

cada día un paso al horizonte y cada día una duda,
el impaciente paso hacia la entrada del futuro
o a la memoria póstuma,

mas, no obstante todo, continuamos viviendo así,
como si sólo se viviera por vivir, porque es el ángel,
ese furtivo rayo

la silbante cerbatana que vuela desde las sombras.
hasta golpearte el alma con su punta certera
y su fatal veneno.

y, no es otra cosa que una enorme manera de soñar
la que se abalanza por las vidas de todas las gentes
para la felicidad de todos, todos.

Jorge Arturo Ortiz