Estadio Chile

Las filas de apurados asistentes
Se agolpan por montones en la entrada 
El espectáculo promete, es lo que dicen,
Y nadie quiere perder su puesto favorito,
Que el privilegio que se paga es un derecho
Y se debe exigir por su valor.
Adentro de preparan los detalles
Y se dirigen con firmeza a los cantores,
Que muchos se niegan hasta hablar.
A uno ya lograron que cantara
Y, en su vergüenza y su derrota sumergido,
Sollozos dice, perdones pide,
Ante los rostros pálidos y ausentes
De quienes le acompañan con dolor.
Hay otro silencioso y obstinado
Que asegura que él "No canta por cantar"
Y no han podido arrancarle a su garganta
Ni palabras, ni gritos, ni perdón.
Y por esfuerzos no se quedan en su afán:
Le han roto todo el cuerpo a culatazos
Y lo tienen tirado en un rincón,
En tanto un oficial le ordena a un cancerbero
Que le rompa las manos al traidor,
A quien acusa de agente y vendepatria,
De maldito y renegado sin razón,
Y, ya que se niega a entonar sus melodías,
Es preciso su vida terminar:
Un valiente le dispara frente a frente
Y lo deja acribillado en su razón.
Afuera se pelean los lugares
Buscando el mejor sitio para entrar:
Cada quien ha pagado por su turno
Y exige su derecho y su lugar.
No hay nadie que controle la batalla
Más que un pillo que revende unas entradas
Y un voceador de cocacola, empecinado,
Un traficante de alcohol en bolsas plásticas
Y un guardia inerme que observa consternado
A los jóvenes vistiendo sus chamarras
Con el rostro de su artista preferido,
El mismo que adentro de negó a cantar,
Y que ahora yace muerto y desangrado
En un rincón oscuro del galpón.
Nada que hacer señores y señoras:
Se callen o griten o mueran los cantores,
O haya uno que "No cante por cantar",
El espectáculo debe continuar !!!


Jorge Arturo Ortiz©

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