Memoria permanente

La tarde en que robaste mi mirada
No era nada especial,
Según lo que creía.
Mas, en esta silbante soledad
Que se hace lluvia,
Mojando la eternidad de mi silencio,
Vuelvo a encontrar
Noche tras noche
Algo de ti,
Un beso rescatado a la memoria,
Una larga caminata por la arena interminable
Y la certeza del jazmín
Que huele a ti
O a tu recuerdo colgado como farol
En la puerta de todas las distancias que me atrapan.
Así se escapa el tiempo,
Lluvia de estampa fugitiva,
Permanente memoria de los años,
Asidua de añoranzas
Con sabor a cerezas del huerto familiar
De aquella época feliz
En que todo lo imposible era posible.

Jorge Arturo Ortiz©