Invocación

Esta noche el universo gira a otro ritmo,
Palpita de otro modo feliz el corazón del cielo
Tiene la prisa de los amantes en su noche,
La urgencia del que regresa a su morada,
La rapidez crepitante del ave cazadora,
La prisa del que espera soñar por siempre
de nuevo el mismo maravilloso sueño.
Hoy las estrellas vinieron más temprano
Y dejaron servida la mesa celestial
Para que todos los invitados a esta cena
Pudieran descubrir su propio sino en ellas.
Y yo recorro todo, todo rincón humano
Busco la verdad entre libros desangrados,
Entre abismos y roqueríos crueles, busco.
Y miro, observo con detención desesperada
Una señal que me hable de lo ingnoto.
Quisiera hollar el tiempo y más allá del tiempo,
Quisiera buscar en donde es imposible hacerlo,
Quisiera hacerme profundo y misterioso mar,
Poderoso mago de alas igneas incendiadas
Un poderoso dios, el mismo dios de veras,
Alguien capaz de atravesar cualquier frontera
Y llegar hasta ti, protector, hermana herida,
Y cuidar de tu sueño feliz  y de tu sombra,
Del ritmo vital y acompasado de tu sueño.
Allí velar tu alta noche y velar tu amanecer.
Defendiendo  con fiereza tu vida contra todo.
Ahora  invoco al viento sur con su bravura,
Al sol, al mar, a la sagrada madre tierra:
Que ellas cuiden de ti, que te proteja.

Jorge Arturo Ortiz©