El discurso del cuerpo

Ese cuerpo de colibrí se incendia
en el baile que tiene algo de mar
algo de fuego
mucho de fuego
la revolución multicolor se alza
y el aire se convierte en torbellino
aroma de los árboles floridos
olé olé olé
y las palmas locas
se baten como vuelo de gorriones
ella no piensa en el próximo paso
ese viene porque así debe venir
porque es el viento el que manda al torbellino
y la música  la que dicta con su tempo y su ritmo
la nueva arremetida
la otra cadencia
la otra
sólo pasa que me siento en un rincón
observando y prediciendo lo que viene
lo que viene lo que viene y lo que viene
alto ahí
quién vive
y el grito parece estremecer el borde de la falda
y aparece el gallo erguido
el cuerpo que se mueve con sumo privilegio
llevando el corazón brillando entre sus ojos
y una forma en extremo majestuosa
haciendo repicar las gotas del sol sobre un espejo
como una estela ardiente
serpiente de fuego y plata
estallido de estrellas en toda la galaxia
convirtiendo la soledad del universo
en reverberancia de pura maravilla
hasta el ultimo compás de aquella música
tañida sobre la piel maravillosa
antecedente puro
de la vida.

Jorge Arturo Ortiz ©