si de callar se trata

alguien quería saber

cómo era la estructura de mi alma
qué había en mi corazón
y yo callaba
con un silencio que gritaba
y un día hablé
y luego estaba solitario
en la alta noche
buscando la estrella que me habían prometido
busqué en el cielo inmenso
una luz que me indicara mi camino
y partí al descampado
alguien dijo que no
alguien me negó el pan y el vino
y cada vez que me negaban
me afirmaba
dijeron que no sabía de amor
que nunca caería sobre mi el rocío
y que la suma de las iras
romperían mis pasos
y quedaría inmóvil
sin camino
sin huella alguna
y grité
prometo que grité
y dejé rodar las lágrimas por mi rostro
como el agua que baja
de las altas montañas
me hice piedra de calle abandonada
me hice brizna de polvo
pequeña planta que nace sin futuro
entre las piedras impasibles
fue una huida al abandono
la negación completa de mi luz
y de aquella callada manera
lluegué al final del abandono
y me volví semilla
y broté
sin odio broté
convertido en la flor más grande del mundo
en el árbol más fuerte de este páramo
y renací violeta de mi infancia
y regresé a vivir en mi
convertido en hogar
hecho este milenario ser
que me puebla desde el fondo de mi
que me hace ave libre y poderosa
un milagro que abandona el abandono
una espada levantada hacia el futuro
el yo que querían convertir en nada.

Jorge Arturo Ortiz (c)