cita a ciegas

había tenido guiños
con la soledad
y hasta en su regazo dormí a veces
había besado labios
tan ausentes
había tomados trenes
al olvido
había probado el pan ácimo
y había bebido el vino agrio
de la cantina azul
de un pueblo perdido
casi sin nombre
pero no había sentido tan cerca
el silvido helado
de la muerte
este quedarse sin nada entre las manos
el pecho vacío
los ojos mirando un horizonte
que ni fin tenía
eso era
abrazar un zapato
un zapato con suela
y sentir que la vida galopa
como un caballo salvaje en las praderas infinitas
de mi alma
entonces me saludé a mi mismo
me estreché en mis brazos
y lloré
largamente lloré
hasta que vino el sueño a rescatarme
de la doliente vida
será que exista un nuevo despertar
ausente de pronombres
ausente de adjetivos asesinos
será que la primavera tarda pero llega
y que las gaviotas se hacen libres
en su rasante vuelo sobre el mar
y será que la calma de la noche
alivia de zozobras
el corazón del peregrino
o será
simplemente
que debía asistir
a esta cita a ciegas con mi mismo?
Jorge Arturo Ortiz (c)

Comentários

Postagens mais visitadas