Historia de valientes

Un dos tres,
Y así se fue escapando
Toda la alegría,
Como bandada de claras golondrinas 
Que jamás volverán.
Cuando una madre
Sufre tal dolor
Bien podrían quitarle sus uñas
Una a una
Y no derramar una lágrima
Ni proferir un grito.
Triste corazón pisoteado,
Cuánto dolor puede caber en ti
Para que aún sigas latiendo
En ese pecho roto!
Yo conocí esos rostros juveniles,
Determinados rostros,
Valerosas miradas,
Todo el arrojo en una sola sangre !
Así supieron ellos su camino
Y no esquivaron su destino aciago,
Porque era el mismo destino de todo un pueblo.
Y al dejar esta tierra dolorida
Volaron, nada más volaron.
El resto es historia conocida,
Y si no la conocen
Pregunten a los antiguos:
Quiénes fueron los Hermanos Vergara Toledo,
Lean sobre su vida,
Y no olviden jamás
Honrar su dolorosa muerte.

Jorge Arturo Ortiz©