Ya dispara

Yo tenía la mirada tranquila de lo inevitable

y no recuerdo haber pensado seriamente

en la profundidad inmensa de tus ojos negros,

y no sabía de esa lengua tibia y esa boca 

que me llama a gritos, tal cual mis gritos

te llaman en medio de la noche,

a cualquier hora del día, a cada hora.

No tenía permiso para ti,formal permiso,

yno tenía otra vida para alcanzar tu vida,

estrecharla en mis brazos hambrientos,

tal cual si quisiera tocar tu corazón,

y como si el día no alcanzara

-un hecho completamente irrefutable-

para adorar tus manos, tus pies, tu sangre india,

tu figura sentada en esas piedras tan antiguas,

y el cielo azul, azul, azul,azul, azul,

y tu sonrisa de verdad interminable.

Verás: estaba a punto de olvidar el calor de mi pecho,

estaba asesinando a patadas esas ganas de amar,

esas primaveras palpitantes, el verano que arde,

el verano que arde en mis entrañas.

Entonces apareciste tú, así, como de nada fue, como si nada,

y me surgiste en hojas, flores y olorosas naranjas del alma.

Nada más, nada más: ya dispara !!!

Jorge Arturo Ortiz (c)